Karina Oliva expone las maneras en las que, luego de las fracturas democráticas del siglo XX, se impuso un modelo de ciudadanía individualista y una integración social a partir del consumo en América Latina. A pesar de lo anterior,
con las crisis de 2008, la pandemia de COVID-19 y los movimientos sociales como los ocurridos en Chile y otros países, comenzó un proceso de cuestionamiento de las estructuras políticas y económicas hegemónicas y su lógica excluyente.
Ante esto, el desafío de los sectores progresistas y de izquierda es construir un nuevo proyecto político inclusivo, democrático, basado en derechos y que redefina el rol que debe tener el Estado en este nuevo periodo histórico.